Me encanta dar clase. Siempre ha sido así: mi primer alumno fue un hermano siete años menor que yo, al que enseñé a leer cuando yo tenía 10 y él 3. Hoy en día es ingeniero. Es enormemente gratificante verse superado por un alumno.
Cuando tenía once años, mi familia cambió su lugar de residencia y comencé
a tener un contacto diferente con los idiomas extranjeros. Fue entonces cuando
me propuse el siguiente reto: algún día hablaré cinco idiomas, practicaré cinco
deportes y andaré en bicicleta.
Muchos han sido los cambios
desde entonces: he vivido en diversos países y cursado diferentes estudios.
Pero todos los cambios aparentes en mi vida personal y profesional han sido
parte de ese objetivo infantil: definitivamente los idiomas son mi pasión y eso
es lo que intento transmitir ahora a mis alumnos.
No comments:
Post a Comment